Ya todos los intentos por encontrar algo que me haga sentir plena y feliz han resultado infructuosos. Me he sentido sola, mi cuerpo temblaba con cada secreto guardado dentro de mí, mi alma desgarrada perseguida por la culpa cada vez más grande y que hace imposible seguir viviendo una vida normal. Ya estaba cansada de ocultar mis sentimientos, de callar a cada amenaza, de todos los dolores que una vez me hicieron una prisión. Así, decidí revelar mis secretos más íntimos, ese día me prometí que me reencontraría con la verdadera libertad.

1. Una necesaria frontera para tu salud emocional

¿Te has sentido agotado y abrumado de vez en cuando? ¿Has llegado a un punto de estrés y ansiedad que has sentido que no era saludable ni productivo? Si es así, entonces es importante que establezcas una una necesaria frontera para tu salud emocional.

Establecer una frontera emocional significa aprender a identificar cuándo te sientes incorrecto, para luego tomar en cuenta qué te has propuesto y tus objetivos a largo plazo. Estableciendo estas fronteras también puedes tomar la responsabilidad por cada decisión que tomas en el camino.

Mantener una frontera saludable no significa resistirte a los sentimientos negativos, significa escuchar lo que tu cuerpo te dice y honrar eso. Una frontera para tu salud emocional es cualquier cosa que te ayude a respaldar tus decisiones cuando una situación es difícil de manejar. Esto puede incluir:

  • Respetar el punto en el que estás
  • Sacar tiempo para ti mismo
  • Escribir un diario íntimo
  • Poner límites a tu entorno

Por supuesto, tendrás que evaluar dónde se encuentra tu punto óptimo deseado para la salud emocional. A veces es necesario extenderse para lidiar con situaciones difíciles, pero es esencial que tengas en cuenta tu bienestar emocional en el proceso. Es importante que establezcas tu propia línea de frontera y sepas lo que necesitas.

2. El poder de tener límites

Tener límites en nuestras vidas nos permite tener un mayor control y nos da la seguridad necesaria para llevar una vida saludable. Los límites son los límites; son lo que separan lo que es aceptable de lo que no lo es y nos impiden caer en los extremos.
Los límites nos ayudan a no dañar a los demás. Si nos faltan límites, podemos llegar a ser abusivos y desconsiderados. Al tener límites, establecemos el ambiente para una comunicación clara y honesta y esto, a su vez, mantiene las relaciones saludables.

Los límites nos ayudan a evitar que otros nos aprovechen. Establecer límites hace que los demás respeten nuestros deseos y necesidades, algo que es muy importante para no caer en la codependencia. Ahora, cuando establecemos límites con los demás, nos estamos protegiendo a nosotros mismos. Esto significa hacer un vice de nuestros valores, nuestros sentimientos y nuestras metas; así evitamos caer en la depresión y evitamos la ira y la culpa.

Tener límites nos ayuda a tomar el control de nuestro futuro. Cuando nos faltan límites, somos más propensos a caer en la manipulación, en la coacción y en el aislamiento. Al establecer límites realistas, nos damos la libertad de tomar decisiones saludables y así evitamos caer en la autosabotaje.

Tener límites nos hace más fuertes, nos anima a seguir avanzando y nos da la seguridad para ser quienes somos y para vivir una vida plena. Al establecer los límites correctos, tendremos la libertad de vivir nuestras vidas como nos plazca. Establecer límites correctos nos ayuda a vivir una vida saludable, feliz y saludable.

3. Respetando tu propia privacidad

Cumplir con el compromiso de mantener nuestra privacidad relevante es, posiblemente, uno de los principales elementos que nos definen como personas. Hay un elemento importante que a veces nos olvidamos de mencionar con respecto a la privacidad es respetar nuestra propia. La vida cotidiana nos permite interactuar con un gran número de personas. Esto nos hace vulnerables a infringir nuestros propios límites de privacidad.

Aquí hay algunas maneras en las que puedes respetar tu propia privacidad:

  • Averigua qué información compartes: Proteger la información personal es responsabilidad de cada uno. Debemos prestar atención a qué estamos compartiendo y cómo la compartimos. Por ejemplo, si subes una foto a una plataforma compartida, asegúrate de que no está exponiendo detalles de otros usuarios, especialmente si hay menores involucrados.
  • No te metas en discusiones con desconocidos: Algunas personas hacen preguntas personales sin intención de ofender, otras con intención de molestar. Está bien ser servicial, pero si se te hace una pregunta incómoda, puedes evitar dar una respuesta abierta.
  • Protégete de la vigilancia: Seamos conscientes de cuánto y cuándo compartimos en línea. Los usuarios deben tener cuidado con los contenidos inseguros que pueden dar aviso de actividades en las que estamos involucrados. Puedes optar por la navegación privada para preservar tu privacidad cuando navegas por internet.

Cada persona es única en sus experiencias, de manera que respectar la privacidad de uno mismo puede ser diferente para diferentes personas. Lo importante es tomar consciencia de nuestras necesidades de privacidad antes de abrirse a la interacción con otros. A través de esto, tendremos una mejor comprensión de nuestros límites personales y de cómo respetar nuestra propia privacidad.

4. Reconociendo cuando decir «no»

Muchas situaciones en nuestras vidas nos llevan a sentir la presión de lograr las expectativas de los demás. Estas vienen desde responsabilidades laborales, como cumplir con tiempos de entrega, obedecer los requerimientos del jefe o quedar bien con los compañeros. A veces, exigencias familiares, como mantener un matrimonio feliz, cuidar a los hijos, cuidar a los abuelos o satisfacer la demanda de la sociedad. Pero quién comprende que muchas veces hay más factores en juego, y que estos muchas veces no son tenidos en cuenta.

Aprender a decir «no» es una habilidad crítica que todos deberíamos de tener en cuenta para lograr mantener un equilibrio debido entre nuestras responsabilidades y nuestras necesidades. Aprender a decir «no» significa tener claridad y fortaleza para detectar cuándo se nos exige más de lo debido o cuándo se busca robarnos la serenidad. Significa poder decir que los demás no tienen el derecho de poner en juego nuestra salud mental y emocional.

Enseñarse a sí mismo y a los demás a decir que «no» ante una situación significa largas conversaciones profundas, leer e investigar para encontrar alternativas. Pero es un obstáculo que lleva al crecimiento personal y a la maduración emocional. Aprender a equilibrar nuestros intereses propios y los de los demás promueve la confianza, la felicidad y alivian nuestras cargas. Esto nos permite innovar y llevar nuestra vida a nuevos niveles evitando el desgaste personal.

  • Reconoce tu vida como algo importante.
  • Reconoce que hay situaciones que están fuera de tu control.
  • No te sientas mal al decir «no».
  • Coloca tus necesidades emocionales y de salud mental primero.
  • Busca alternativas lo más pronto posible.
  • Busca la ayuda de los demás.

El reconocer cuándo es el momento de decir «no» es el primer paso para llevar una vida equilibrada y saludable. Esto es muchas veces difícil, pero con dedicación y perseverancia, es perfectamente factible. Aprende a respetarte a ti mismo y a tus necesidades, y valora tu tiempo y tu energía. Esto te ayudará a encontrar la paz interior y mantener una vida saludable.

5. Como los secretos nos dan una libertad segura

El concepto de mantener un «secreto» no es algo nuevo. Un secreto puede ser algo predicado a una persona o un hecho difícil de conocer por cualquier otra persona. Si desea guardar un secreto, los beneficios son enormes. Y aquí hay algunos motivos principales por los cuales los secretos otorgan una libertad segura:

  • Seguridad: Los secretos cuentan con el factor de seguridad que nos da la tranquilidad de que si alguien encuentra nuestro secreto, no se preocuparían por nada. Por lo tanto, nos ayudan a estar seguros de que nadie obtendrá información sobre nosotros que deseamos mantener privado.
  • Estimulación: Los secretos tienen la capacidad de entusiasmarnos y animarnos a descubrir nuevas cosas. La investigación de un secreto nos da la oportunidad de explorar el mundo sin temor a ser descubiertos. Esto nos ayuda a aprender sobre nuevas personas, culturas y épocas.
  • Privacidad: La privacidad es uno de los principales factores que impulsan a una persona a mantener un secreto. La libertad que otorgan los secretos nos permite vivir nuestra vida sin ser juzgados por los demás. Esto significa que también nos permite tomar decisiones sin el favor de los demás, a veces sin saber lo que están pensando de nosotros.

Los secretos generan un elemento de incertidumbre que, a su vez, proporciona una libertad segura. Esto significa que si hay algo que deseas hacer, los secretos te ofrecen el respaldo para el éxito. Y aunque esta libertad puede resultar emocionante, siempre es aconsejable obrar con precaución para no ensuciar tu nombre.

En última instancia, los secretos nos permiten vivir una vida con libertad y seguridad al mismo tiempo. De esta forma, nos permite explorar nuevas opciones con la comodidad de saber que si alguien descubre nuestro secreto, no hay necesidad de preocuparnos.

6. La belleza de compartir con confianza

A lo largo de nuestras vidas, encontraremos personas que son especiales para nosotros. Estas relaciones nunca deben ser tomadas a la ligera. es algo que se puede sentir cuando estás en buena compañía.

Compartir con la gente con la que estamos conectados es una experiencia enriquecedora. Nuestros amigos y familiares siempre tendrán un lugar en nuestros corazones y siempre serán aquellos con quienes confiamos para expresar nuestras emociones, pensamientos y sentimientos. La confianza que comparten es algo precioso, es algo para aprovechar.

Cuando compartimos con aquellos que amamos, nace un sentimiento de intimidad que es único. Sentimos que podemos decir cualquier cosa sin preocuparnos de lo que crean los demás. Es una gran liberación poder compartir con personas confiables que nos apoyan sin importar lo que pensemos o creamos. Esta sensación aumenta nuestra propia autoestima y nos hace sentir más seguros de nosotros mismos.

Los momentos compartidos con aquellos que nos aman nos hacen sentir más conscientes de lo que somos y de lo que queremos en nuestras vidas. Son estos momentos preciosos los que nos permiten restaurar nuestro espíritu y ser más felices. Compartir con confianza ofrece la oportunidad de:

  • Fortalecer viejos lazos y crear nuevas relaciones.
  • Acceder a la felicidad y la satisfacción.
  • Aprender y comprender cosas nuevas.
  • Aprovechar los momentos hermosos de la vida.

Cada día debemos recordarnos que es el mayor regalo que podemos recibir. Es el intercambio de ideas y sentimientos con aquellos que amamos que hace que nuestras vidas sean mucho más ricas. Por esta razón, debemos estar agradecidos y disfrutar de este precioso don.

7. Aprendiendo cuando guardar silencio

Cuando somos adolescentes, a menudo nos encontramos en situaciones desagradables. Nuestra edad implica una gran cantidad de cambios, como el convertirnos en adultos responsables, y nos es difícil comprender la necesidad de saber cuándo guardar silencio. Sin embargo, aprender a hacerlo es fundamental para que logremos vivir una vida plena.

A veces cedemos al impulso de hablar en momentos inoportunos, lo cual no ayuda a cultivar un comportamiento reflexivo. Aprender cuándo guardar silencio es en realidad una forma de reflexión. Debemos tomar un tiempo para pensar en lo que vayamos a decir antes de abrir la boca. Esto nos ayudará a construir conversaciones bien pensadas y a transmitir mejor nuestros puntos de vista.

Con el tiempo, comprenderemos que no es necesario decir algo si hay mucho en juego. Permanecer callados también nos evitará meter la pata, diciendo algo equivocado sin darnos cuenta. Además, es una señal de respeto hacia el otro que nos permite escuchar y comprender mejor al otros.

  • Mantener la calma
  • Evaluar la situación
  • Analizar las posibles consecuencias
  • Reflexionar

Cuando comenzamos a cultivar el hábito de guardar silencio y pensar antes de hablar, todos los enredos desaparecen. Automáticamente, los miedos de decir algo incorrecto se extinguen, así como la idea de ser criticado. Estamos aprendiendo a defender nuestra postura sobre temas importantes y a escuchar a los demás sin miedo a la boca. Mientras avanzaba hacia tu futuro, ese que decidiste construir con el refugio de tus secretos más íntimos, entendí que tienes la fortaleza suficiente para cumplir tus sueños. Te prometo seguir recordándote que vales tanto como cualquiera, que tus secretos más íntimos son tu escudo y tu corazón para conquistar tus metas. ¡Suerte!

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